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Prensa MPPC (21/09/2022) Ese amor genuino, hermoso y transparente que una madre da a un hijo de forma natural y espontánea nació en la negra Matea y  se lo dió al niño Simón. Matea Bolívar nació el 21 de septiembre de 1773 en la hacienda El Totumo. Como era costumbre de la época, adoptó el apellido de sus amos. Al llegar al hogar de don Juan Vicente Bolívar, el padre del futuro hacedor de Repúblicas, fue espléndidamente recibida por su esposa María de la Concepción Palacios y Blanco.

Al lado de su matrona adquirió conocimientos de arte culinario, costura, bordado, planchado y hacer postres. Se convirtió en la esclava amiga de la cónyuge del progenitor del Líder de América.

Al nacer el niño Simón Antonio de la Santísima Trinidad, la negra  estuvo al cuidado del infante en sus primeros años. Al fallecer los padres del Libertador Simón Bolívar,  Matea asume aún más los servicios de la casa de María Antonia Bolívar, la hermana del joven Simón. Pero no solo sirve al Libertador como esclava, sino como maestra y madre genuina, lo formó de muchas maneras tanto que algunos llegaron a llamarla maestra y nodriza.

En 1802 cuando Bolívar regresa de Europa a Venezuela casado con María Teresa del Toro y Alaiza, la Negra Matea pidió a su ama, doña María Antonia Bolívar, ser la criada de mano de la nueva pareja. Vivió brevemente con la recién casada pareja la cual no duró mucho por la enfermedad y muerte de la esposa de Bolívar.

Matea sobrevivió a la batalla en la Hacienda San Mateo donde muere el prócer Antonio Ricaurte, y vivió importantes momentos de la gesta independentista. Ya de avanzada edad acompañó en 1876 al presidente Antonio Guzmán Blanco durante el traslado de los restos de su amado Simón Bolívar al Panteón Nacional.

“Cuando algún caballero venía a visitar la casa, Matea lo confundía siempre con algunos de los personajes de la Independencia, así es que no lo anunciaba sino con el nombre de Montilla o Sucre o cualquier otro general de tan alta talla”, escribió Antonia Esteller Camacho Clemente y Bolívar, quien asegura que la negra justificaba sus malas palabras diciendo que las había aprendido de José Tomás Boves (comandante del Ejército Real) en las batallas que sobrevivió.

El 29 de marzo de 1886, y con la avanzada edad de 112 años, muere Matea Bolívar, mejor conocida como la “Negra Matea”, una de las esclavas que crió y amó al Libertador Simón Bolívar. La Negra Matea vive hoy en las mujeres nobles que construyen la Patria futura con amor, revolución, participación y entereza.

T y F : Referencial