Prensa MPPC (23/01/2023) Este 23 de enero se conmemoran 34 años del fallecimiento de Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech, conocido como Salvador Dalí, quien se convirtió en uno de los pintores más aclamados de la historia. Al español se le considera uno de los máximos representantes del surrealismo.
Fue hijo del matrimonio compuesto por el notario Salvador Dalí Cusí y Felipa Domènech Ferrés, tuvo un hermano que nació antes que él, bautizado con él mismo nombre, por lo que el pintor en muchas ocasiones llegó a creer que era su reencarnación.
En 1916, su padre lo envío a clases de pintura y al siguiente año le organizó una pequeña exposición en su propia casa para que presentara sus obras. Seis años más tarde Dalí entró a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
En las pinturas que llamaron la atención, al principio, se podría apreciar el cubismo, lo que atrajo figuras como Maruja Mallo, Federico García Lorca y Luis Buñuel, quienes más tarde se convertirían en grandes figuras del arte.
En 1929, Dalí trabajo con el ya director de cine Luis Buñuel en la redacción del polémico cortometraje ‘Un chien andalou’, en el que se mostraban escenas propias del imaginario surrealista, un rasgo que marcó enormemente su trayectoria.
En agosto de ese mismo año conoció a su musa y futura esposa Gala, cuyo nombre de pila era Elena Ivanovna Diakonova, una inmigrante rusa, once años mayor que él, en aquel tiempo casada con el poeta francés Paul Éluard.
Gracias a Buñuel y a sus viajes a París, se interesó por el surrealismo, vanguardia de la que se convertiría en referente. Inspirados por el psicoanálisis de Sigmund Freud, los surrealistas buscaban acceder al subconsciente y retratar lo que en él ocurre de manera libre, sin importar que fuese perturbador o carente de sentido.
Dalí desarrolló su propia técnica para lograrlo, el método paranoico-crítico que consistía en usar imágenes reales y proyectar el subconsciente sobre ellas, imitando un estado paranoico. No obstante, su estilo también bebió de autores clásicos como Velásquez, al que admiraba, así como de coetáneos como Picasso.
En sus pinturas surrealistas Dalí plasma paisajes oníricos con elementos recurrentes como los elefantes, los insectos o su esposa y musa Gala. Su obra más famosa es La persistencia de la memoria (1931), que representa un paisaje con relojes que se derriten. También son conocidas El gran masturbador (1929), Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes del despertar (1944) y La tentación de San Antonio (1946), con sus característicos animales patilargos.
Las principales controversias en las que se vio envuelto Salvador Dalí giraron en torno a su ambigüedad ideológica. Su rechazo a los postulados de izquierdas del Movimiento Surrealista (que para él debía ser apolítico) y la mercantilización de su arte provocaron que en 1934 fuese sometido a un juicio surrealista y expulsado del Movimiento. Su respuesta se haría famosa: “¡Yo soy el surrealismo!”.
Un dato curioso es que el poeta francés André Breton, fundador del Movimiento, le dedicó el anagrama de Avida Dollars con su nombre y lo acusó de defender a Hitler, al que Dalí veía como un personaje fascinante.
T y F : Referencial