28 de Octubre de 1875, Inauguración del Panteón Nacional
El 27 de marzo de 1874, el entonces presidente de Venezuela, Antonio Guzmán Blanco decretó convertir la entonces Iglesia Santísima Trinidad, en un lugar sagrado donde reposen los próceres de la nación, fue así como se rebautizó el templo en el Panteón Nacional, siendo luego inaugurado el 28 de Octubre de 1875.
El recinto reabrió con el recibimiento de los restos de: Francisco Rodríguez del Toro e Ibarra, quien fue general de división del ejército libertador de Venezuela; Ezequiel Zamora, político, militar y caudillo quien fue uno de los líderes del ejército liberal durante la Guerra Federal; José Gregorio Monagas, quien fue presidente y decretó el fin de la esclavitud en Venezuela; Manuel Ezequiel Bruzual, quien fue militar adscrito a las ideas liberales también fue ministro de Guerra y Marina y luego presidente de Venezuela de forma provisional; y Juan Crisóstomo Falcón quien fue presidente de Venezuela también y lideró a los federalistas en la Guerra Federal.
Al año siguiente, el 28 de Octubre de 1876, llegarían los restos del libertador Simón Bolívar; Luego el 24 de Agosto de 1877, la primera mujer en ingresar con ese honor fue Luisa Cáceres de Arismendi.
En el gobierno de Juan Vicente Gómez se realizaron trabajos de modernización y adecuaciones en el Panteón, primero en 1911, dirigidos por el arquitecto Alejandro Chataing, luego en 1929 por el también arquitecto Manuel Mujica Millán.
En 2013, se inauguró detrás del Panteón Nacional el sarcófago de El Libertador Simón Bolivar, un salón ampliado donde reposan eternamente los restos del Padre de la Patria, inaugurado por el presidente Hugo Chávez.
En la actualidad, además de los restos mortales y simbólicos de decenas de militares, políticos, artistas, escritores, indígenas, entre otros ilustres venezolanos, también hay importantes obras del pintor Tito Salas.
Sin embargo destacan las ausencias de los restos de: Francisco de Miranda, porque no se han encontrado; de Antonio José de Sucre debido a que se encuentran en la Catedral de Quito, Ecuador y ellos se negaron a repatriarlos; de Andrés Bello, que se encuentra enterrado en Santiago de Chile y tampoco quisieron regresarlos a Venezuela; hay tres tumbas casi cerradas en honor a ellos con la esperanza de que en un futuro puedan ser retornados y ser homenajeados por las siguientes generaciones de venezolanos y venezolanas.