Prensa MPPC (21/01/2023).- Desde el Museo de Arquitectura (MusArq), ubicado en la avenida Bolívar de Caracas, se celebraron los 95 años del nacimiento del reconocido arquitecto venezolano Fruto Vivas con actividades que incluyeron la proyección del documental “Fructuosamente”, de Andrés Agustí, y el cortometraje animado “Fruto Vivas para niños”, de Sandra Vivas, hija del arquitecto.
Durante la jornada, la viceministra de Artes de la Imagen y el Espacio, Mary Pemjean entregó a Zuleima Vivas, también hija de Fruto, un certificado mediante el cual el Ministerio del Poder Popular para la Cultura (MPPC) reconoce al arquitecto como Portador Patrimonial de la Nación.
“El Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través del ejercicio de las atribuciones que le concede la Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural, en reconocimiento post mórtem a las tradiciones que forman parte del imaginario colectivo y desde nuestra memoria histórica, certifica que Fruto Vivas, del municipio Jáuregui del estado Táchira, es Portador Patrimonial de la Nación, está inscrito en el registro de Patrimonio Cultural de Venezuela y amparado por las leyes que rigen en la manera patrimonial que este destacado arquitecto tiene para las comunidades y la diversidad cultural de la República”, expresó Pemjean.
Por su parte, Zuleima Vivas invitó a los y las jóvenes del país a dar continuidad al legado de Fruto Vivas. “Hay mucho por hacer. Hay muchos proyectos y muchos pensamientos por conocer. Me da mucha alegría felicidad ver que desde el MusArq se está haciendo una bellísima labor con los estudiantes, que este galpón que fue diseñado para las industrias culturales cumpla sus funciones y que sea el hacer que garantice lo aquí suceda”, comentó.
La jornada de celebración también incluyó la realización de un conversatorio en el que participaron estudiantes de arquitectura y allegados a Fruto Vivas para contar anécdotas y manifestar su admiración al arquitecto.
Un legado fructuoso y memorable
Familiares, amigos y seguidores de la trayectoria de Fruto Vivas recordaron y destacaron los aportes del arquitecto como profesional y como ser humano.
El también arquitecto y director del Museo de Arquitectura, Alejandro López expresó su satisfacción por participar en esta actividad de celebración. “Estamos celebrando el cumpleaños de Fruto Vivas, una persona espectacular, uno de los arquitectos más importantes del país que ha dejado una serie de principios, de enfoques, de visión de vida que deberíamos aplicar en los programas de la Misión Vivienda, los programas del ambiente, los programas educativos”, señaló.
En este sentido, el arquitecto Newton Rauseo expresó su admiración y cariño por Vivas. “Fruto vivirá para siempre entre los que reconocemos una calidad humana inigualable dentro de su trayectoria en el siglo XX. Se reconoce su condición de arquitecto en cuanto a la vigorosidad de su planteamiento espacial, donde utilizó materiales diferentes, además de su concepción de lo que es la vida”, dijo.
José Fructoso Vivas Vivas, conocido como Fruto Vivas, nació en la curva del Callejón del Verde, municipio Jáuregui del estado Táchira el 21 de enero de 1928. En 1956 se graduó de arquitecto en la Universidad Central de Venezuela. Fue uno de los arquitectos venezolanos más reconocidos nacional e internacionalmente:
En 1955 trabajó con el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer para el Museo de Arte Moderno de Caracas y junto al español Eduardo Torroja diseña el Club Táchira. Construyó el Pabellón de Venezuela para la Exposición Universal de Hannover 2000, proyecto polémico pero que resultó del agrado de los visitantes. Fue, luego del Pabellón de Alemania, el segundo más visitado.
En 1987 recibió el Premio Nacional de Arquitectura de Venezuela.
En 2009 recibió el título de Doctor Honoris Causa de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela.
En 2011 le fue entregado el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET).
En 2014, durante la IX Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo (BIAU), recibió el Premio Iberoamericano por “su consecuente trayectoria de más de 60 años en el oficio de la arquitectura, tanto a nivel proyectual como docente; dejando un sólido legado en la investigación de temas referentes a la innovación y la sustentabilidad en la construcción, tanto en el ámbito público como en el privado”.
Algunas de sus obras más destacadas son:
Club Táchira
Se construyó en 1955 y fue impulsado por la comunidad de aquel entonces que querían un lugar en la ciudad para el esparcimiento y ocio.
Iglesia del Divino Redentor
Situada en San Cristóbal, en el estado Táchira. Fue concebida en 1966 con un significado específico; simboliza la vida, muerte y resurrección del hombre.
Complejo Árbol para Vivir
Este enrevesado edificio de viviendas resalta en los trabajos de Vivas. La estética del mismo recuerda a la propuesta de Constant Nieuwenhuys y no está pensada en viviendas de forma vertical, sino horizontal. Los volúmenes son barras de tres pisos que se cruzan y traslapan entre sí y pareciendo flotar sobre la flora caribeña.
Pabellón Venezolano en Hannover
Su obra más conocida fue esta y es que también estuvo rodeada de polémica por sus detractores. Esta fue la edificación que representó a Venezuela en 2000 en esa exposición. Dicha estructura contaba con tres pisos hechos con acero y vidrio con un techado en forma de flor que, al término del evento, fue desmontado, trasladado y rearmado en Barquisimeto.
Hotel Moruco
Se terminó su construcción en 1954 en Santo Domingo, Mérida. Aquí la madera es el elemento que el arquitecto escoge para resaltar la naturaleza y su relación con el hombre que tanto gustaba.
