Prensa MPPC (22/11/2022) El embajador de Haití en Venezuela, Lesly David, con motivo del aniversario de la Batalla de Vertiéres, envió una comunicación al ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas, por la significación de esta gesta para la revolución haitiana, que luego ayudó a liberar a otros países del continente.
A continuación el discurso del excelentísimo embajador haitiano en Venezuela, Lesly David.
Honorable Ministro del Poder Popular para la Cultura, señor Ernesto Villegas, y Altas Autoridades del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela,
Excelentísimos Señores Embajadores, Encargados de Negocios, Jefes de
Misión, miembros del Cuerpo Diplomático y Representantes de Organismos Internacionales acreditados ante el Gobierno de Venezuela,
Señoras y señores miembros de la Comunidad haitiana residentes en Venezuela,
Señoras y señores distinguidos representantes de la Sociedad Civil venezolana,
Señoras y señores,
Es para mí un gran placer y una satisfacción especial poder darles la bienvenida aquí, en este lugar, esta noche, con motivo de la conmemoración de un acontecimiento muy importante, tanto para los haitianos como para el mundo
en general. Un acontecimiento que cambió el curso de la historia de la humanidad poniendo fin a un sistema inhumano basado en la explotación, caracterizado por la esclavitud, el colonialismo, la trata de personas y el
racismo, para dar paso a un mundo moderno y civilizado. Es la “Batalla de Vertières”.
Permítanme, en primer lugar, ofrecerles, en nombre del Gobierno y del pueblo de haitiano, una cordial y calurosa bienvenida.
Tal día como hoy, 18 de noviembre de 1803, se desató una cruenta guerra entre una de las Fuerzas Armadas más poderosas del mundo, las Fuerzas Armadas Napoleónicas dirigidas por el General Rochambeau y el Ejército
Nativo Haitiano dirigido por el General Jean Jacques Dessalines.
Vertières es simplemente el nombre del distrito en el que tuvo lugar este enfrentamiento histórico. Este distrito está ubicado en la segunda ciudad haitiana, Cabo Haitiano. Esta batalla, que duró toda la noche, desde las 03:00
de la tarde hasta las 05:00 de la mañana, terminó con la derrota del ejército francés.
Y desde entonces, la palabra “Vertières” ha sido oscurecida y borrada de la memoria colectiva. En Francia, nunca hemos oído hablar de ella. No fue hasta noviembre de 2009 que la palabra ”Vertières” entró oficialmente por primera vez en un diccionario de la Academia Francesa.
Seis semanas después de esta victoria, el 1 de enero de 1804, la ex colonia francesa, la más rica del mundo, proclamó su independencia y retomó el nombre original de Haití (nombre taino). Es el primer estado negro en los tiempos
modernos y la segunda República independiente en América.
Señoras, señores,
Debo destacar que esta revolución antiesclavista, anticolonialista y antirracista no ha dejado indiferentes a los historiadores, investigadores y filósofos contemporáneos. De esta manera, al analizar los impactos de la
Revolución Haitiana, el historiador estadounidense Rayford Logan, declaró que el éxito de la revolución haitiana constituye: Una anomalía, un desafío y una amenaza para los países esclavistas.
Fascinado por la lucha de los haitianos por la igualdad de las razas humanas, el filósofo francés del siglo XIX Víctor Hugo afirmó que “Haití es una luz”. Y, por su parte, Abbé de Grégoire, argumentó que “Haití es un faro alto en medio del Mar Caribe”. De esta forma, Haití se convirtió en un boulevard de libertad donde todos los pueblos oprimidos de la tierra acudían en busca de ayuda para librarse del yugo de la dominación colonial.
Un país siempre necesita contar con la amistad de los demás. Cuando una chispa de fuego brotó del patriotismo de un Francisco de Miranda para venir a hacer escala en Haití, fue bienvenido en Jacmel. Miranda no pudo realizar su
sueño de liberar a Venezuela porque no quiso aplicar los procedimientos que le dictaba Dessalines, a saber: ”Coupe Tet Boule Kay” ”Cortar cabezas, quemar casas”. El trabajo debía continuar con Simón Bolívar quien, con la ayuda del presidente haitiano, Alexandre Pétion, proporcionándole soldados, 1.500, 6.000 fusiles, municiones, voluntarios, una máquina de imprimir, dinero y alimentos, pudo dar a luz a cinco Repúblicas: Venezuela, Colombia, Bolivia, Ecuador y Perú.
Además de Venezuela, Haití brindó ayuda a la lucha del pueblo dominicano contra la dominación española. En 1809, Alexandre Pétion y Henri Christophe enviaron alimentos y ayuda financiera a los patriotas dominicanos
Juan Sánchez y Cyria Ramírez que dirigían la lucha contra España.
Además, en octubre de 1816, a petición del general mexicano Francisco Javier Mina, Haití envió voluntarios a México para luchar contra los españoles.
Haití también ha brindado su ayuda a la lucha de los griegos contra la ocupación de Turquía. En 1821, Haití envió armas, municiones, café y voluntarios a los patriotas griegos y fue el primero en reconocer la independencia de este país. En 1936, la princesa Marina de Grecia visitó Haití para expresar el agradecimiento de su país por esta contribución a la lucha contra la dominación turca.
En 1830, los belgas también recibieron ayuda de la República de Haití para su independencia. Después de la victoria, los belgas adoptaron el lema nacional de Haití: L’Union Fait La Force.
En la Sociedad de las Naciones (SDN), Haití asumió valientemente la defensa de Etiopía atacada por Italia.
Y, por último, Haití ha desempeñado un papel como una brillante estrella matutina de la descolonización de África. La acción haitiana es bien conocida en apoyo a la creación de estados africanos y asiáticos también. Todo esto sirve
para mostrarles que la historia de Haití está en el corazón de la historia del mundo.
En conclusión, la revolución haitiana, a pesar de los obstáculos contra su existencia y su acción, no pudo sino postular un nuevo orden internacional victorioso, llevó un mensaje de liberación y esperanza para los pueblos
oprimidos de la tierra y de emancipación política a todo el mundo de América Latina, del Caribe, de África y de Asia sedientas de independencia política y económica. En la actualidad, Haití está catalogado como el país más pobre del
hemisferio americano y uno de los más pobres del mundo. Se perdió de la modernización del siglo XIX y del desarrollo del siglo XX. Esto no es otra cosa que la consecuencia de su impertinencia. Y hasta ahora, Haití sigue pagando por esta impertinencia. Pero “Haití no perecerá”. Porque el fuego que parece extinguido muchas veces duerme bajo las cenizas. Un día u otro, Haití resurgirá de sus cenizas para poner su piedra en la construcción del Nuevo Orden Mundial que actualmente propugna la comunidad internacional, luego de la GuerraRuso-Ucraniana que trastocó el orden mundial establecido.
Muchas gracias.